Bajarle un poco a la
temperatura puede ser una buena opción cuando se quiere quemar un poco de
grasa, esto lo afirma un estudio científico que fue realizado en los
Países bajos, en donde se tomó como muestra a un grupo de 51 hombres que fueron
observados por más de 10 días. Se expusieron a los hombres a una habitación
fría y se encontró que la exposición a la temperatura más fría incrementó
la producción de grasa parda, un tipo de grasa que quema calorías para
mantener la temperatura corporal.
Las temperaturas más frías tienden a causar escalofríos, pero conforme nos adaptamos a estas temperaturas, nuestro cuerpo utiliza la grasa parda para ayudarnos a mantener el calor, quemando así combustible, los temblores se detienen y el cuerpo comienza a adaptarse.
Un estudio japonés también
ha ahondado en este aspecto, y encontró que las personas que se adaptaban
a las bajas temperaturas, eran capaces de ajustarse a temperaturas más bajas,
más rápido luego de haber estado expuestos al frío durante un tiempo.
El cuerpo es capaz de
regular su temperatura corporal, incluso ajustarse al frío, esto gracias a un
mecanismo de supervivencia, el cuerpo hace un esfuerzo para ajustarse al frío y
conservar su calor.
El aumento de la grasa
marrón es una manera saludable para quemar la grasa blanca, considerada
peligrosa y asociada a la obesidad y una serie de otros problemas de
salud. La pérdida de peso se produce una vez que la grasa marrón ayuda a
quemar las calorías para mantener su calor.
¿Deberías aprovechar el frío para perder peso?
Se ha dicho que los baños de
hielo pueden ser de ayuda también para incrementar la grasa marrón, este nuevo
estudio sugiere que no son necesarios y puedes obtener los mismos
beneficios bajando el termostato.
Hacerlo un par de horas al
día podrían ayudarte a perder grasa, sin embargo, debes tomar en cuenta
que se sigue investigando sobre cómo el frío afecta a la capacidad para perder
peso y si la grasa marrón se puede utilizar para ayudar a reducir la obesidad.
No hay fórmula mágica
Aunque los resultados que
nos ofrecen estas investigaciones indican que someternos a un poco de frío nos
ayudaría a perder peso, debemos recordar que no sustituye la alimentación
saludable o el ejercicio. Ya que si bien puede ayudarnos a favorecer los
resultados de nuestra dieta y ejercicio, no es un elemento para
compensar el consumo excesivo de calorías por sí solo.
Ahora que conoces estos
datos, tal vez quieras beneficiarte del frío para perder un poco más de peso,
pero recuerda no excederte, ya que una temperatura muy baja, también podría
aumentar tu apetito por alimentos ricos en calorías.
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