lunes, 27 de abril de 2015

EL FRÍO: ALIADO EN LA PÉRDIDA DE PESO

Bajarle un poco a la temperatura puede ser una buena opción cuando se quiere quemar un poco de grasa, esto lo afirma un estudio científico que fue realizado en los Países bajos, en donde se tomó como muestra a un grupo de 51 hombres que fueron observados por más de 10 días. Se expusieron a los hombres a una habitación fría y se encontró que la exposición a la temperatura más fría incrementó la producción de grasa parda, un tipo de grasa que quema calorías para mantener la temperatura corporal.

Las temperaturas más frías tienden a causar escalofríos, pero conforme nos adaptamos a estas temperaturas, nuestro cuerpo utiliza la grasa parda para ayudarnos a mantener el calor, quemando así combustible, los temblores se detienen y el cuerpo comienza a adaptarse.

Un estudio japonés también ha ahondado en este aspecto, y encontró que las personas que se adaptaban a las bajas temperaturas, eran capaces de ajustarse a temperaturas más bajas, más rápido luego de haber estado expuestos al frío durante un tiempo.

El cuerpo es capaz de regular su temperatura corporal, incluso ajustarse al frío, esto gracias a un mecanismo de supervivencia, el cuerpo hace un esfuerzo para ajustarse al frío y conservar su calor.
El aumento de la grasa marrón es una  manera saludable para quemar la grasa blanca, considerada peligrosa y asociada a la obesidad y una serie de otros problemas de salud. La pérdida de peso se produce una vez que la grasa marrón ayuda a quemar las calorías para mantener su calor.

¿Deberías aprovechar el frío  para perder peso?

Se ha dicho que los baños de hielo pueden ser de ayuda también para incrementar la grasa marrón, este nuevo estudio sugiere que no son necesarios y puedes obtener los mismos beneficios bajando el termostato.

Hacerlo un par de horas al día podrían ayudarte a perder grasa, sin embargo, debes tomar en cuenta que se sigue investigando sobre cómo el frío afecta a la capacidad para perder peso y si la grasa marrón se puede utilizar para ayudar a reducir la obesidad.

No hay fórmula mágica

Aunque los resultados que nos ofrecen estas investigaciones indican que someternos a un poco de frío nos ayudaría a perder peso, debemos recordar que no sustituye la alimentación saludable o el ejercicio. Ya que si bien puede ayudarnos a favorecer los resultados de nuestra dieta y ejercicio, no es un elemento para compensar el consumo excesivo de calorías por sí solo.

Ahora que conoces estos datos, tal vez quieras beneficiarte del frío para perder un poco más de peso, pero recuerda no excederte, ya que una temperatura muy baja, también podría aumentar tu apetito por alimentos ricos en calorías.

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